La imagen que dio la vuelta al mundo, captada en los disturbios de Vancouver, no era la romántica instantánea de un beso. ¿Qué sucedió en realidad?
Vancouver. Una pareja de jóvenes aparece tumbada en el suelo. La chica tiene la espalda sobre el asfalto y un chico posa su boca en la cara de ella. El propio autor de la foto, Richard Lam, dijo en su momento no tener claro si se están besando o ella está herida.
En primer plano y desenfocado manda un antidisturbio, que en la mano derecha sostiene una porra y en la izquierda un escudo. De fondo, se aprecia a una multitud de personas perseguidos por otros policías.
Esa noche se había disputado la final de la Stanley Cup, de la Liga Profesional de Hockey sobre hielo. Tras perder el equipo local, los Canucks de Vancouver, se produjeron violentos disturbios en los que cientos de personas provocaron incendios, volcaron vehículos y destruyeron establecimientos comerciales.
Ahora sabemos que el gesto de aquella pareja no fue el beso apasionado que creímos ver, sino que más bien se trataba del novio que trataba de ayudar a su pareja herida en medio de la vorágine de violencia que vivía Vancouver.
La romántica actitud de Scott Jones, de 29 años, al parecer indiferentes al vandalismo que los rodeaba, despertó varias especulaciones en los medios y las redes sociales. Hasta se pensó que la toma “fue fabricada”.
Pero el padre del chico, Brett Jones, contó que en la imagen su hijo estaba ayudando y consolando a su novia, Alexandra Thomas, que había sido golpeada por un escudo de la Policía Antidisturbios. “Eso es hacer el amor y no la guerra”, escribió en su Facebook.
